*No confiarse y usar cubrebocas en oficinas, espacios cerrados y hospitales.
De la redacción
A pesar del avance en el programa de vacunación, “es necesario que la población siga utilizando el cubrebocas para evitar contagios de Covid-19”, recomendó el científico universitario, Hugo Mendieta Zerón.
Su mayor necesidad de uso es para lugares como oficinas, escuelas, espacios cerrados e instalaciones hospitalarias, reiteró el académico de tiempo completo y conocedor del tema.
Académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México, explicó que las mascarillas más eficaces para prevenir el coronavirus son las tricapa, aunque las de tela o de bajo costo también pueden generar protección contra el virus SARS-Cov-2, causante de la enfermedad de Covid-19.
Medieta Zerón recordó que la pandemia cumplió 15 meses de haber sido detectada y, aun cuando se han aplicado cerca de 50 millones de vacunas anticovid-19 en el país, todavía debe mantenerse el uso de cubrebocas, y consideró que está protección llegó para quedarse.
Subrayó que es una herramienta útil para prevenir contagio y frenar la expansión del virus, sobre todo, en sitios dónde se reúnen muchas personas y el riesgo de que circule el virus es alto.
En diversas partes del mundo, ante el avance en la vacunación, se han permitido excepciones a las medidas estrictas, pero recordó que son para lugares abiertos o sitios con baja afluencia.
Mendieta Zerón fue al detalle y se refirió a la mejor forma para elevar la eficacia del cubrebocas; es decir, a su colocación: debe cubrir nariz y barbilla, bien ajustado al rostro, recortarse la barba, no olvidarse del lavado de manos, la aplicación de gel antibacteriano, practicar el estornudo de etiqueta, aun cuando se use el cubrebocas.
Como medida para quedarse, debe fomentarse el uso del cubrebocas, con los ajustes que recomiende la experiencia, porque, insistió, “el virus no se erradicará, permanecerá y será necesario protegerse”, destacó el académico de la UAEM.
Recordó que estudios científicos prueban que el cubrebocas de tela puede lavarse y reutilizarse, con sentido común de las personas respecto del nivel de seguridad que se requiere en el sitio donde se encuentre.