Hirving “Chucky” Lozano es uno de los más habilidosos jugadores del mundo, y a esa cualidad suma la que muy pocos grandes futbolistas tienen: conducir el balón con el rostro levantado, lo cual le permite dar pases medidos a sus compañeros atacantes, la mayor parte desaprovechados en sus equipos y la selección.
No obstante, ha pagado caro tener esa agilidad y talentos, porque los defensas los tienen bien apuntados y tratan de frenarlo a como dé lugar, con excesiva rudeza y hasta llegar a lesionarlo. Una situación que se ha vuelto un riesgo latente para el talentoso jugador mexicano.
El sábado 6 de este mes, el seleccionado, ex jugador del Pachuca y del PSV de Holanda, ahora del Nápoles, salió con una fuerte lesión en el rostro en el partido de México contra Trinidad y Tobago, que terminó empatado sin goles, en Arlington, Texas, dentro del torneo “Copa Oro”.