*Las pasadas elecciones pintan un panorama incierto para la organización política en el corto plazo.
De la Redacción
Los problemas de división interna en el PRD mexiquense se agudizan y, tomen la decisión que tomen los dirigentes de ese partido, éste quedará más fracturado, en una crisis que amenaza su futuro en el corto y mediano plazos.
Además, será casi imposible que recuperen su antigua identidad, porque su alianza con sus adversarios ideológicos históricos: PRI y PAN lo dejó sin banderas, al apoyar y luchar ahora por la vuelta a un pasado de corrupción y abandono de los intereses populares.
La dirigencia estatal perredista se había fijado como meta ganar con apoyo del PRI y del PAN diez distritos electorales locales. Ganó uno de mayoría y dos de representación proporcional.
Buscaba alcanzar el 10 por ciento de la votación total válida y con trabajos llegó al 3.7 por ciento, apenas siete décima de puntos por encima del porcentaje que exige la ley para conservar el registro y recibir prerrogativas del IEEM.