Macario Lozano R.
Los magistrados que desconocieron a su par, José Luis Vargas, como presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), le atribuyen a éste y al proceso por el cuál se ‘autonombró’ muchas irregularidades.
No obstante, para nada se refieren y mucho menos desmienten las acusaciones de José Luis Vargas, quien sostiene que aquellos hacen un manejo patrimonialista del Tribunal y lo han convertido en bolsa de trabajo para sus familias. Núcleos familiares completos, en un desmesurado nepotismo, están en las nóminas de la institución.
No negaron estos señalamientos graves de nepotismo, prohibidos por la legislación orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Se hacen los desentendidos, y por las acusaciones recíprocas arrojadas, quiere decir que todos tienen una larga cola que les pisen, por lo cual un mínimo de respeto a la institución, a los mexicanos y a sí mismo debería conducirlos a renunciar en masa, cualquier otra cosa sería cinismo puro.