*Los contralores internos de ayuntamientos no sirven, por nombrarlos los vigilados.
De la redacción
El Sistema Anticorrupción del Estado de México y Municipios constituye una simulación. No reporta utilidad para la sociedad: ni previene ni sanciona a los corruptos, de acuerdo con planteamientos de los participantes en las sesiones de la comisión de Finanzas, transparencia y anticorrupción, del parlamento abierto.
Los ponentes en estos foros, organizados por el Poder Legislativo para recoger propuestas para la reforma constitucional y al marco de leyes secundarias mexiquenses, subrayaron la falta de resultados positivos del Sistema Anticorrupción, por ello urgieron a un cambio radical en esta materia.
Las críticas fueron demoledoras ante la falta de acciones contra los corruptos, pues no hay información oficial de altos funcionarios estatales o de cualquier nivel encarcelados o, al menos, denunciados formalmente por actos de corrupción.
No se salvaron de opiniones y juicios reprobatorios las contralorías internas de los ayuntamientos, las cuales en toda su historia no hay más de un caso de denuncia de corrupción de algún presidente municipal.
Estos funcionarios son designados a propuesta de los alcaldes, por lo que en estas condiciones les deben sus cargos, además de ser subordinados, incapaces de denunciar los actos de corrupción de sus jefes. En la práctica, para nada sirven a los intereses de los habitantes de los municipios.
Los participantes en el parlamento abierto sobre el tema recomendaron una reforma legal para que no sean los alcaldes quienes nombren o propongan a los cabildos los nombres de los contralores, pues en las actuales condiciones no cumplen con la prevención y denuncia de actos corruptos.
En cambio, consideraron, si son nombrados por el Poder Legislativo Local tendrán libertad de evitar y combatir de verdad la corrupción, que ha dañado a la población impunemente.
Los ponentes fueron insistentes en que el Sistema Anticorrupción del Estado y Municipios sólo simula que previene y combate la corrupción, porque sus resultados así lo indican.
Los ciudadanos participantes en el parlamento abierto coincidieron con lo expresado en los espacios de opinión de “El Espectador” sobre la impunidad que gozan en el Estado de México los funcionarios corruptos.
El único caso de un alcalde de municipio rico encarcelado por corrupto fue el de David Sánchez Guevara, de Naucalpan, hace 6 años, pero los enterados aseveran se trató de un acto de venganza de su familia política, que orquestó el entonces gobernador Eruviel Ávila Villegas.