De la Redacción
La periodista Teresa Montaño, secuestrada, amenazada, robada y allanada su vivienda, ha pagado caro su pleno ejercicio de la libertad de expresión. Antes había sido también amenazada y hostigada por investigar actos de corrupción.
Mujer de alta calificación profesional e incorruptible, se ha ganado la antipatía de personajes públicos hasta por rechazar beneficios económicos ilícitos, lo cual no le ha gustado a los poderosos.
Fue despedida de un diario de circulación nacional por investigar y difundir el gran negocio con el tráfico de influencia que hacían unos empresarios al rentar vehículos al gobierno estatal con sobreprecio -esquema después replicado por autoridades municipales como el ayuntamiento de Toluca- pues en un año se cubría por completo el costo de las unidades y para el segundo año o tercer año, todo era ganancia para los particulares, pues la inversión ya estaba amortizada y así el resto del plazo contratado se convertía en un verdadero saqueo al erario, pues no aportaba ninguna utilidad a la sociedad y, por el contrario, la privaba de recursos para solucionar otros problemas.
Para Montaño, develar estas maniobras oficiales contrarias al interés público significó un alto riesgo y un problema laboral, pues esos empresarios eran también dueños del medio informativo en donde trabajaba y éstos, reñidos con toda autocrítica y responsabilidad social, y para nada interesados en proteger y velar por la libertad de expresión, decidieron despedirla.
El asunto fue conocido y comentado ampliamente en el gremio periodístico donde unos sostienen que su despido fue por solicitud directa del actual gobierno y, otros, que fue decisión exclusiva de los patrones, sí, pero para congraciarse con las autoridades y seguir abusando del tráfico de influencias.
En todo caso, nadie pone en tela de juicio el alto profesionalismo e integridad de Teresa Montaño, ni duda de que ha sido víctima por ejercer al máximo la libertad de expresión en defensa del interés público, por ello tampoco es descabellado especular sobre un móvil oculto tras los ilícitos de los cuales fue víctima hace unos días. Pare ella nuestra solidaridad y admiración.
