*Pese a tener observaciones de auditorias en su anterior responsabilidad, se le puso al frente de la Codhem.
De la Redacción
Pocos analistas políticos mexiquenses encuentran explicación a la decisión de la mayoría de los diputados locales de Morena de votar junto con el PRI, el PAN y PRD en favor de la designación de Myrna Araceli García Morón como presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM).
El Tribunal de Justicia Administrativa, del cual era magistrada y presidenta, recibió observaciones sobre el manejo de recursos; es decir, tuvo irregularidades en la materia. Además, ese tribunal, según detectó la auditoria, no tenía área de control interno, contraloría o auditoría, lo cual significa que nadie vigilaba la correcta administración de los recursos ni tenía quien sancionara internamente conductas indebidas. Por si fuera poco ni manuales de procedimientos había. El Tribunal se manejaba en la complete discrecionalidad.
La nueva titular del organismo es gente vinculada al poder estatal desde hace muchos años con los grupos políticos que han manejado al gobierno estatal. Específicamente al grupo del ex gobernador Enrique Peña Nieto, y nunca se significó por preocuparse por la defensa de los derechos humanos.
La mayoría de los diputados locales mexiquenses de Morena en forma extraña descartaron al aspirante que más idoneidad tenía para el cargo, un personajes de la sociedad civil y activista comprometido por décadas con la defensa de los derechos humanos y, en cambio, validaron un nombramiento cómodo para el ejecutivo estatal. Se comportaron como los partidos aliados del PRI, y no como la oposición que busca un cambio en el Edomex acorde con la 4T impulsada a nivel nacional por su partido.