*Japón le quitó medalla de bronce en 1968 y lo venció en fase de grupos ahora.
De la redacción
La selección mexicana de fútbol le cobró a la de Japón un doble agravio: En la olimpiada de 1968 efectuada aquí, la oriental derrotó a la anfitriona y le arrebató la medalla de bronce que anhelaban los aficionados. Y en Tokio 2020, en la fase de grupos, también la derrotó con un aplastante 4 goles a cero, y llevó a dar por eliminado de la contienda al equipo mexicano.
Pero la madrugada del 6 de este mes el representativo nacional se vengó las dos afrentas: venció a Japón por 3 goles a 1, y dejó al anfitrión sin la presea de bronce, la cuarta de la delegación olímpica mexicana en el lejano oriente.
La delegación mexicana que compitió en Tokio 2020 quedó lejos de llegar a la meta de 10 medallas, pero no puede inferirse de ello un estancamiento y, menos, un retroceso del deporte no profesional del país.
Varios atletas tuvieron actuaciones destacadas, pero no lograron colocarse entre los primeros tres de cada disciplina, indispensable para subir al podio aunque fuera como terceros lugares, porque muchos países avanzaron más en ramas del deporte, lo cual explica que al menos ocho de los deportistas mexicanos quedaran en cuarto lugar, a pesar de un buen desempeño: no suficiente para conquistar más medallas.
Los resultados en todo caso deben servir para la reflexión autocrítica sobre lo que en el tema directivo sigue fallando e insistir en los aciertos.
Puede aducirse que la pandemia afectó más a unos países que a otros, pero de cualquier manera quedó de manifiesto que debe y puede avanzarse mucho más, para que en la próxima olimpiada, dentro de tres años en París, lleguen más medallas y de oro y plata. Y tampoco debe olvidarse: otros países trabajan más en el impulso al deporte no profesional.
Aun sin los resultados esperados, nadie puede reprocharles a los atletas olímpicos mexicanos su falta de entrega, o regateo de esfuerzos. Dieron su máximo, pero los de otras naciones fueron superiores, así haya sido por poquito.
LA SELECCIÓN OLÍMPICA DE FUTBOL
Cada medalla de oro, plata o bronce contiene un gran esfuerzo de los deportistas y valen lo mismo en la cuenta del medallero; no obstante, hay países en donde determinado deporte tiene más aficionados y practicantes a todo nivel, desde ligas de aficionados hasta torneos profesionales, y por ello valoran más las preseas que ganan en esas disciplinas, como ocurrió con la de bronce en fútbol, aunque para efectos estadísticos todas valgan igual.
Los aficionados al balompié deseaban que la selección olímpica de fútbol varonil, consiguiera medalla de oro o plata, pero en semifinales se topó con una potencia en este deporte, Brasil, que además presentó a una de las mejores selecciones juveniles olímpicas de la historia, reforzada con jugadores de alto nivel internacional, como Dani Álvez, y que finalmente fue quien se llevó el oro. Por ello, la de bronce dio muchas satisfacciones.