*Tampoco la OEA se ha pronunciado al respecto.
De la Redacción
(Adelanto)
Macabro fue el gobierno de Álvaro Uribe en Colombia, y por el mismo camino va el de Iván Duque. El ultraderechista ex mandatario, amigo personal y con afinidad ideológica del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, figuras ambos de la ultraderecha latinoamericana, reconoció que durante sus dos períodos se asesinaron a campesinos inocentes, pacíficos y ajenos al conflicto armado con las FARC.
De acuerdo con información de la Comisión de la Verdad, que investiga esos crímenes de lesa humanidad, los militares y grupos paramilitares que apoyaban en el exterminio de rebeldes, disfrazaban a campesinos inocentes muertos en operativos para hacerlos pasar por militantes de las FARC.
La Comisión de la Verdad calcula que fueron más de 6 mil 400 los hombres del campo ajenos al conflicto ejecutados extraoficialmente para cobrar recompensas.
Esas revelaciones no escandalizan al gobierno de Estados Unidos, ni a los grandes medios informativos latinoamericanos, incluyendo a los de México, mucho menos a organismos como la OEA, como tampoco se preocuparon por los más de 50 muertos en las protestas en contra de la reforma fiscal de Iván Duque.
En cambio hicieron un gran escándalo por las manifestaciones efectuadas en Cuba, en las sólo una persona murió y no por represión directa.
