*Andrew Cuomo dejará su cargo; García Cabeza de Vaca maniobró para quedarse
De la redacción
Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, renunció al cargo por denuncias públicas, no judicializadas, de acoso sexual contra varias mujeres, en esa metrópoli que es uno de los principales centros financieros, comerciales y culturales del mundo y albergue de población de numerosos países.
Su comportamiento fue totalmente contrario al del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, acusado penalmente de delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito y defraudación fiscal equiparada, por lo cual fue desaforado por la Cámara de Diputados Federal.
No obstante, el mandatario tamaulipeco pagó a costosos despachos jurídicos para obtener un amparo, a fin de evitar la pérdida del fuero y su consignación ante un juez penal y captura.
No conforme con eso, manipuló y obligó a los diputados locales de Tamaulipas, de su partido, el PAN, a no acatar lo resuelto por la Cámara de Diputados y mantenerle el fuero para evitar su detención.
Por si fuera poco y para contrastar más su posición frente a la del neoyorkino Andrew Cuomo, ordenó modificar la Constitución Política local, a fin de que la nueva legislatura local mantuviera el rechazo al desafuero; es decir, que la próxima representación popular tamaulipeca, en la cual Morena tendrá mayoría, no pudiera derogar la actuado por la saliente y le mantuviera el fuero.
El estado que gobierna Andrew Cuomo es la tercera economía de Estados Unidos, sólo atrás de Texas y California, y su producto interno bruto (PIB) equivale a 36 billones de pesos, superior al de Italia.
El PIB de Tamaulipas es de 713 mil millones de pesos, pero mientras el político neoyorkino mostró vergüenza y decidió renunciar ante las denuncias públicas de acoso a mujeres (en ningún caso lo señalan de violador), el tamaulipecos sigue maniobrando para no dejar el cargo, a pesar de los graves señalamientos de enriquecimiento ilícito derivado de sus vínculos con la delincuencia organizada.
Andrew Cuomo no tiene señalamientos de haber cometido otros delitos graves, como los que le imputan a Francisco García Cabeza de Vaca, pero aun así optó por dejar el cargo de mandatario de Nueva York, desde el cual, según los analistas políticos estadounidenses, se perfilaba como prospecto para la próxima candidatura presidencial del Partido Demócrata.