*El gremio reclama seguridad para ejercer la profesión y protección a la vida y bienes de periodistas.
De la Redacción
El gobierno mexiquense no expuso su postura frente al reclamo de justicia para dos periodistas asesinados y otros más reprimidos, ni ante la demanda de seguridad para ejercer la libertad de expresión y garantizar la integridad física de los informadores profesionales.
El silencio fue la respuesta a la manifestación que cerca de cien periodistas efectuaron en la explanada de la Fiscalía General de Justicia del Estado y más de 40 que hicieron lo propio frente a Palacio de Gobierno la semana pasada.
El desdén hacía los periodistas fue tanto que ningún funcionario, ni menor, de la Fiscalía y, menos, del Ejecutivo salió a atender a los manifestantes. En ambos casos entregaron el manifiesto a través de los canales que atienden a cualquier persona, es decir, la oficialía de partes, a pesar de que los problemas denunciados no son personales, ni siquiera de grupo, sino de trascendencia social, porque el ejercicio de la libertad de expresión, que por obligación, no por cortesía, debe garantizar el gobierno, es fundamental para el desarrollo, fortalecimiento y consolidación de la democracia y la concreción del derecho constitucional de los mexicanos a estar bien informados.
El Estado de México se está convirtiendo en una entidad altamente peligrosa para el ejercicio de la libertad de expresión, siguiendo el camino que otras entidades con fuerte presencia de la delincuencia organizada han tomado, en las cuales, la autoridad ignora por completo las demandas de garantía a la libertad de expresión.
El Estado se encuentra entre los primeros lugares en percepción de inseguridad y es considerado el más corrupto del país, ahora se convierte también en un lugar inseguro para el ejercicio de la liberta de expresión.