*El ex presidente reconoció las atrocidades, pero dice que él no tuvo culpa
De la redacción
Álvaro Uribe, ex presidente colombiano, amigo y aliado de Felipe Calderón y Margarita Zavala dentro de la ultraderecha latinoamericana, reconoció las atrocidades perpetradas por el ejército de su país cuando él ocupaba el cargo.
No obstante, sostuvo que nunca ordenó asesinar a campesinos pacíficos e inocentes en la lucha de los militares y paramilitares contra la guerrilla “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia” (FARC).
El ex mandatario del país sudamericano, con pública afinidad ideológica con Felipe Calderón Hinojosa y furibundo anticomunismo, enfrenta problemas por acusaciones de haber ordenado o consentido el exterminio de campesinos ajenos a la guerra civil.
Álvaro Uribe gobernó Colombia del 2002 al 2010, período en la que la represión del ejército y grupos paramilitares contra reales o guerrilleros inventados alcanzó la mayor brutalidad.
La Comisión de la Verdad que se formó para investigar los actos de barbarie de esos años encontró que los militares y paramilitares asesinaron a más de 6 mil 400 campesinos pacíficos y desarmados, ajenos al conflicto armado gobierno-FARC, para cobrar recompensa por cada ejecutado.
La perversión llegó a tanto por el estímulo económico que a los campesinos asesinados les colocaban armas, para hacerlos pasar por guerrilleros abatidos en enfrentamiento en las zonas rurales.
Fotografiaban a los campesinos sacrificados, y con las gráficas acreditaban que habían matado a guerrilleros, para cobrar sumas de dinero ofrecía el gobierno de Álvaro Uribe, por cada rebelde eliminado.
En la fraseología de los especialistas que investigan lo ocurrido a los campesinos pacíficos y sin participación en la lucha armada les llaman “falsos positivos”, para no llamarle “inocentes ejecutados para cobrar recompensa”.
Álvaro Uribe llamó criminales a los militares y paramilitares que asesinaron a campesinos inocentes, para presentarlos como guerrilleros abatidos en combate, pero aclaró que él no ordenó esas ejecuciones y que es inocente.
“La culpa nunca es de quien exigió resultados con transparencia: es del culpable criminal”, dijo el ex presidente colombiano a la Comisión de la verdad”. Empero reconoció el exterminio de sus militares.
SILENCIO ANTE BARBARIE
Estados Unidos y los medios informativos latinoamericanos, que se escandalizan y condenan a los gobiernos de Cuba y Venezuela por presuntas violaciones a los derechos humanos, silenciaron los actos de barbarie cometidos por militares que combatieron a la FARC.
También guardan silencio e indiferencia frente a los más de 500 ex guerrilleros de la FARC asesinados después de haber dejado las armas y haberse incorporado a la lucha pacífica, y frente a los 57 muertos por las fuerzas de seguridad colombiana en las movilizaciones en contra de la refirma fiscal del actual presidente Iván Duque.