COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
GANAR EL ESTADO ES TANTO COMO GANAR LAS
6 GUBERNATURAS A DISPUTARSE EN 10 MESES
En 21 meses, junio de 2023, estará en juego en las urnas la gubernatura más importante del país: la del Estado de México. El peso demográfico, electoral y la posición geográfica de la entidad mexiquense le confieren al Poder Ejecutivo estatal una relevancia especial en el contexto nacional. Sus habitantes suman tantos como los del conjunto de los seis estados, cuyos poderes ejecutivos estarán en disputa dentro de diez meses.
De acuerdo con un análisis comparativo de “El Espectador”, la población estatal es mayor a la global de Oaxaca, Tamaulipas, Hidalgo, Durango, Aguascalientes y Quinta Roo, cuyas gubernaturas estarán en juego el próximo año. Por eso mismo cada seis años, cuando se aproxima la elección de mandatario del Estado de México se habla más de este proceso que de cualquier otro; sobre todo, porque se trata de una elección acompañada sólo por la de gobernante de Coahuila.
Desde su fundación con otras siglas, el PRI jamás ha perdido la gubernatura mexiquense. Estuvo muy cerca de hacerlo en 2017, pero aun con un ligero margen y sospechas de ventajas ilegítimas e ingreso de dinero de origen dudoso a la campaña, Alfredo del Mazo Maza fue reconocido como triunfador.
La combinación de todos estos factores, más los poderosos intereses políticos y económicos de alcance nacional involucrados en la lucha por el poder estatal confieren desde ahora gran trascendencia al tema de la sucesión en la entidad; sobre todo, porque a diferencia de otras épocas, cuando en la práctica el cargo se decidía al interior del PRI y los comicios servían sólo para legalizar y legitimar las decisiones tomadas previamente por muy pocos, por primera vez el resultado es impredecible.
En 2017 Morena sorprendió al colocarse a un paso de la victoria, porque apenas tenía 3 años de fundado y nadie esperaba su victoria. La situación es distinta ahora, porque si bien ese partido y sus aliados (que más parece que le estorban) cedieron mucho terreno y la correlación de fuerzas en el sistema estatal de partidos se modificó el 6 de junio, no está descartado un triunfo morenista en la elección local más importante.
Faltan 21 meses para la cita de los partidos y candidatos y candidatas con las urnas, y desde estos momentos hay cuando menos un político que ha expresado su interés en buscar la candidatura de su partido, Morena: el senador Higinio Martínez Miranda, quien ya buscó el cargo en una ocasión y desea ir por su segundo intento.
El legislador federal, dos veces alcalde de Texcoco, ex diputado local y dirigente estatal del PRD, partido al cual renunció anticipó que Morena ganará la gubernatura y el triunfador será de Texcoco, ya sea él, Delfina Gómez Álvarez u Horacio Duarte Olivares. Esto último parece lógico, aunque no debería descartarse a Alejandro Encinas Rodríguez, otro que tiene o tenía domicilio también en Texcoco.
Más difícil será concretar lo primero, y no tanto por el resurgimiento del PRI, que recuperó distritos y municipios, comenzando por la capital del Estado, sino porque Morena no es partido, ni movimiento en suelo estatal. Sus dirigentes han desperdiciado lastimosamente el tiempo y los recursos (es el partido más rico aquí). Por sus malos resultados en las urnas, se espera un activismo organizativo intenso, pero está inmovilizado y desaprovechando el tiempo. Parece que será hasta las vacaciones de fin de año cuando piensa elegir representantes estatales. El descuido puede pagarlo caro en 2023.