1-La ultraderecha mexicana no se fija en el detalle de sus contradicciones. Diego Fernández de Cevallos ofende, insulta, calumnia y le falta el respeto a la investidura presidencial, sin riesgo de sufrir represión.
2-Es contradictorio, porque después de los insultos y ofensas al mandatario, sostiene que éste es autoritario y represor, cuando los gobernantes autoritarios y represores no aceptan insultos.
3-Si Fernández de Cevallos hubiera dicho lo mismo a Carlos Salinas de Gortari cuando ocupaba la presidencia lo hubieran desaparecido y jamás se habría sabido del panista, o quizá en un escenario menos dramático, lo hubieran auditado, despojado de su fortuna y refundido en la cárcel, donde estaría esperando que la 4T lo rescatara.