*La situación deberá atenderse para evitar más efectos negativos.
De la Redacción
Los estragos del Covid-19 en las familias, pero especialmente sus consecuencias en las condiciones de vida y futuro de los hijos de quienes han fallecido por la pandemia, son graves y mayores a lo que indican las cifras.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINA) e información del INEGI, el 42 por ciento de las víctimas mortales del coronavirus eran jefes y jefas de familia y el principal o único sostén de sus familias.
Hasta el sábado de la semana pasada, los decesos de jefes o jefas de familia por Covid-19 se aproximaban a los 113 mil; es decir, ese número de hogares se quedó sin el sostén económico y moral, para colocar a los hijos; sobre todo, a los menores, en extremas condiciones de vulnerabilidad frente a la vida y el futuro, lo cual no revelan los fríos datos estadísticos sobre el problema.
