1-Nadie, por excelente que sea en su actividad profesional o por los reconocimiento nacionales e internacionales que haya recibido, puede estar por encima de la ley. Y si comete delito, debe ser castigado, como lo seria un iletrado. La valía en su trabajo no debe ser patente de corzo para delinquir.
2-Ese es el caso de los 31 científicos quienes en teoría asesoraban a los presidentes de la República en materia de ciencia, y que fueron denunciados por incurrir en actos de corrupción.
3-Si son inocentes deben ser reivindicados, pero sin son culpables tienen que ser castigados, como cualquier hijo de vecino. Y no pueden aducir persecución, si cometieron los desvíos de fondos de que están acusados.