*El partido del Sol Azteca ha perdido 85% de su votación en el Estado.
De la Redacción
El PRD dejó en manos de Agustín Barrera Soriano, un político relativamente desconocido a escala estatal, la responsabilidad de rehacer ese partido, que en la elección de junio último perdió el 85 por ciento de la votación que logró en 2017, cuando tuvo a Juan Zepeda Hernández como candidato a gobernador.
Su primera tarea extremadamente difícil será convencer a su escasa clientela electoral de que sigue siendo de izquierda, a pesar de unirse con la derecha en contra del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: PRI y PAN, a quienes el PRD identificó desde su fundación como sus adversarios ideológicos a derrotar, pero ahora es su aliado, aunque sin beneficiarse electoralmente.
Barrera Soriano fue electo, además, con la tercera parte del votos de los delegados en contra. Y el depuesto dirigente, Cristian Campuzano, anticipó que acudirá a los tribunales a cuestionar la decisión del Consejo Político, y se defendió de las acusaciones de que llevó a la ruina al partido, con el argumento de que todos son culpables del fracaso en las urnas.
El nuevo dirigente dejó entrever que en 2023 no respaldará a sus aliados derechistas y especialmente el PAN, cuyo segmento más reaccionario forma parte de la ultraderecha internacional, como lo probó con su acuerdo con VOX.