*El sistema democrático alemán tiene particularidades que permiten la elección indirecta, sobre lo decidido en las urnas.
De la Redacción
Ángela Merkel no quiso ser candidata a reelegirse como canciller de Alemania, puesto que ocupó durante 16 años. Los desastrosos efectos de la pandemia de Covid-19 en la vida, salud y economía alemana, como en todos los países del mundo, fueron factor determinante para que el partido Unión Demócrata Cristiana, de la canciller, fuera derrotado por el Partido Social Demócrata, quien postuló a Olaf Scholz. Su contrincante fue Armin Laschet.
El triunfo del partido que convirtió a Willy Brandt en uno de los líderes mundiales (como lo fue Merkel), fue apretado, por ello deberá hacer alianza para que Olaf Scholz pueda ser electo por la Cámara Baja del Parlamento, pues el sistema electoral alemán incluye la fase de elección indirecta.
En la historia alemana, ya antes han resultado cancilleres quienes quedaron en segundo lugar gracias a los cotos en la Cámara Baja, un fenómeno que llama la atención y es muy particular de la democracia alemana.
Merkel fue una poderosa jefa de Estado, y le tocó lidiar con aliados incómodos, como Donald Trump, pero también con grandes estadistas como Jacque Chirac, de Francia; Tony Blair, de Gran Bretaña, y los presidentes estadounidenses desde Bush hijo hasta Biden; además de Vladimir Putin, de Rusia. Fueron noticias mundiales sus miradas de puñales que le dirigía a Trump en reuniones multilaterales de los estados europeos aliados de Estados Unidos. Su era terminó, aunque se mantendrá en la cancillería mientras se decide a su sucesor.