*No ha habido gobierno menos represor en los últimos sexenios.
De la Redacción
Carecen de sentido común los opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, incluyendo a los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
El caso del conflicto de los centenares de trabajadores de empresas que construyen la refinería de Dos Bocas, es presentado como prueba del carácter represivo del gobierno federal.
La acusación carece de fundamento, y ejemplos sobran de la tolerancia y libertad que la presidencia otorga a sus detractores, los cuales muchas veces las toman para caer en anarquía o libertinaje, como cuando minoritarios grupos radicales de feministas han pintarrajeado Palacio Nacional y destruido vallas metálicas con marros frente al inmueble, sin que se les reprima por sus actos, se les detenga u hostigue.
O cuando una senadora de la República, abiertamente llama a confrontar la investidura presidencial y acusa al mandatario nacional de ‘violador serial de la constitución’ sin que se le amoneste siquiera simbólicamente ni mucho menos se le persiga políticamente a ella o a las personas de su entorno por cualquier causa real o no, relacionada con sus actividades como particular.
Ni que decir de los informadores y columnistas al servicio de la ultraderecha quienes con plena impunidad mienten y difaman sin que se les aplique la ley, ya no se diga siquiera se les exija el derecho de réplica cuando publican evidentes mentiras en contra de las autoridades o su actuar.
Hay mucha deficiencia en la oposición para cuestionar al gobierno, lo cual explica que no crezca su apoyo social y, en cambio, sí el del presidente, a grado tal que ahora hasta buscan evitar la consulta para la revocación de mandato