*Invertirá el gobierno federal 12,600 mdp en favor de los pueblos yaquis.
De la redacción
La guerra de exterminio que llevó a cabo la dictadura de Porfirio Díaz contra los pueblos yaquis fue más despiadada de lo que se conocía. El derramamiento de sangre fue de 15 mil miembros del grupo originario de Sonora, muertos por los cuerpos represivos del Estado.
Ese alto número de víctimas tuvo como fin despojarlos de sus tierras y aguas, para entregarlas a un reducido grupo de terratenientes cercanos al dictador, de acuerdo con lo dado a conocer durante el acto de perdón del Estado México a ese grupo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, además de pedir perdón, anunció un ambicioso programa de obras de infraestructura para sacar del atraso a esos pueblos, dueños originarios de los recursos naturales desde antes de la llegada de Hernán Cortés a lo que ahora es México.
La reivindicación y justicia a las comunidades yaquis incluye la devolución de 20 mil hectáreas de tierras, las cuales les fueron arrebatadas, además de la construcción de un distrito de riego para 60 mil hectáreas, que debe entrar en operación antes de finalizar 2023.
Tendrán clínicas médicas, una universidad pública y serán beneficiados con un programa de rehabilitación y mejoramiento de viviendas, en un plan integral de justicia social, anunció el propio mandatario federal.
Sonora es ahora gobernado por Morena. Alfonso Durazo Montaño es el nuevo gobernante, y se comprometió a secundar los esfuerzos de las autoridades federales para mejorar las condiciones de vida de los yaquis.
El presidente López Obrador habló de la persecución y homicidio de los yaquis, por parte de la dictadura de Porfirio Díaz y su posterior explotación en la época posrevolucionaria, con reversión de decretos de dotación de tierras y agua decretadas por el gobierno del general Lázaro Cárdenas, más las invasiones toleradas por las autoridades competentes.
Miles de yaquis también sufrieron la deportación hacía Yucatán, en donde fueron explotados casi como esclavos en las fincas de los hacendados, como castigo por su rebeldía frente a la dictadura porfirista, y para dotar de mano de obra a los latifundistas de la Península, pues en esos tiempos no existía el Estado de Quintana Roo (cuando alcanzó rango de territorio fue sobre tierras de Yucatán).
En la ceremonia de finales del pasado mes, Cuauhtémoc Cárdenas pidió cancelar el acueducto destinado a llevar agua desde la región yaqui a Hermosillo, la capital del Estado. El presidente López Obrador comentó que habría que estudiar con cuidado esa propuesta, porque si se mejora la infraestructura hidráulica de riesgo el agua puede alcanzar para uso urbano y rural, con prioridad para la población originaria, ahora marginada del servicio.