*”No debemos creer que recuperamos la confianza ciudadana”: cuadro del PRI.
De la redacción
“No creo que sea el autor de la estrategia, pero con los resultados electorales del 6 de junio de este año el gobernador Alfredo del Mazo Maza ‘mató dos pájaros de un tiro’: anuló a Morena en la Cámara, y convirtió al PAN en su aliado abierto y apoyador incondicional”, sostuvo un influyente cuadro del PRI.
“Hasta el 4 de septiembre de este año la Legislatura Local, el otro poder de representación popular -porque el Judicial no lo es- estaba en manos de Morena y sus aliados, con mayorías simple y calificada”, abundó.
“Y el PAN era opositor en el Estado de México, en una condición política e institucional comprometida para el gobierno estatal, pero al construirse ‘Va por México’, el panismo mexiquense abandonó su condición de opositor al PRI en el Estado, y ahora es abiertamente su aliado, quedó amarrado”, recalcó el poderoso priista, quien conversó con el “Espectador” y, al final, aceptó se difundieran sus opiniones, pero reservando su nombre.
El priista no comparte el optimismo de la dirigencia estatal de su partido, quien da por seguro conservar la gubernatura dentro de 20 meses. “Puede obtenerse ese resultado, debemos, y mal haríamos si pensáramos que es inevitable [perderla] y que sólo es cuestión de tiempo para que suceda”, alertó.
“Del Mazo Maza navegará tranquilo los 23 meses que le quedan en el cargo, porque anuló a Morena en Legislativo y se ganó al PAN como aliado, que en realidad no hacía oposición, pero formalmente lo era, y ahora ya no”, reiteró el experimentado y prestigiado priista.
Al retomar el tema del 2023, llamó a sus correligionarios a no creerse eso de que “recuperaron la confianza ciudadana” en el Estado, y coincidió con otro de sus compañeros entrevistados hace poco en que más que los votantes volvieran a confiar en el PRI, en realidad su avance electoral la propició Morena.
“Los alcaldes de Morena gobernaron mal, no tiene cuadros. Ese partido postuló malos candidatos, incluyendo a pésimos presidentes municipales que buscaban reelegirse. Sus campañas también fueron malas y no tiene estructura”, explicó para insistir en su llamado a no incurrir en el autoengaño y exceso de confianza.
“Morena aún no tiene una estructura organizacional transversal, como la nuestra que llega hasta seccionales, pero para 2023 tal vez la tenga. Además, en esa elección los votantes evaluarán indirectamente el trabajo de año y medio de nuestros alcaldes, y si traen malos resultados y se comportan como los derrotados de Morena, entonces el castigo será para el partido”, insistió el priista y reiteró en su llamado a no incurrir autoengaño.