Augusto L. Robles
Un estudio elaborado por una organización internacional ubicó a México entre los países más corruptos del mundo, pero se basó en una encuesta aplicada a académicos, dueños de medios informativos, periodistas, dirigentes empresariales y de organizaciones de la sociedad civil, muchos de ellos adversarios del presidente Andrés Manuel López Obrador y afectados por su lucha contra la corrupción.
Las opiniones recogidas para el estudio del índice de corrupción de México coincidieron en que ahora hay más corrupción que cuando Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa o Enrique Peña Peña Nieto eran presidentes, lo cual evidentemente es una descomunal mentira.
La organización que financió la encuesta recibe fondos del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y casi todas las organizaciones civiles opositoras al gobierno de López Obrador y a los megaproyectos de infraestructura para el desarrollo y que han promovido amparos para detenerlos también reciben dinero del gobierno norteamericano.
El estudio presentado es la muestra más reciente del sistema de manipulación y distorsión informativa operado contra AMLO y la 4T, precisamente por los personajes que se vieron beneficiados económicamente hasta el insulto por el sistema neoliberal corrupto que aún impera en gran parte del país, no así ya en el gobierno federal.