*No se vio juego de conjunto y faltó contundencia de los delanteros en las pocas ocasiones de gol.
De la Redacción
La selección de fútbol de México jugó ayer sus peores 87 minutos en mucho tiempo, y lo hizo frente a su similar de Canadá, como visitante, lo cual explica su derrota de anoche por dos goles a uno.
En las dos anotaciones tuvo culpa el portero Guillermo Ochoa, pero sus grandes errores estuvieron en sintonía con el mal desempeño de sus compañeros: los rivales les robaron muchos balones; otros, ellos los entregaban. No armaron buenas jugadas y estuvieron mal ubicados en la cancha, por lo cual los pases eran interceptados por los canadienses.
El mal acomodo en el terreno de juego obligó a los seleccionados mexicanos a esforzarse más, con el consiguiente agotamiento y lentitud de sus desplazamientos, agravando su mala actuación, a lo cual contribuyó igualmente un clima endemoniado.
México podría haber anotado dos goles más, a pesar de su mala actuación, pero el delantero apodado “El Piojo”, disparó con mucha delicadeza; es decir, sin fuerza, para propiciar el lucimiento del portero rival.
Una sola buena jugada de conjunto hizo el minuto 87, que permitió a la selección mexicana lograr su única anotación a tres minutos de cumplirse el tiempo reglamentario. A partir de entonces dominó al rival, aprovechando que le dieron tiempo de compensación, pero no pudieron anotar.
De esta forma, el representativo mexicano perdió 6 de 6 puntos diputados en los dos últimos partidos, y se aleja del pase directo a la próxima justa mundialista, pero lo peor fue que jugó mal. Ningún jugador lo hizo bien, lo cual debe preocupar a directivos, técnico y aficionados.