*Se financian con el ahorro interno, no traen capitales de sus países de origen.
De la redacción
La empresa española Iberdrola, la principal generadora privada de energía eléctrica, informó dentro de sus activos e ingresos globales, a autoridades españolas, que durante sus contratos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) obtuvo 156 mil millones de pesos de ingresos por diversas modalidades de estímulos, como eufemísticamente se llama a los subsidios gubernamentales.
En realidad, especialistas y Morena sostienen se trató de grandes transferencias de fondos públicos a una empresa extranjera, que compite ventajosamente con la CFE en el mercado nacional de energía eléctrica.
Del informe de la compañía, que concentra el 20 por ciento de la generación total de luz en México, destaca un dato que desde hace décadas economistas de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) detectaron: la inversión extranjera crea pocos empleos.
En su informe Iberdrola aduce que tiene inversión en el sector de la energía eléctrica mexicana por un total de 150 mil millones de pesos, aunque no mencionó sus pasivos con la banca comercial y de desarrollo mexicanas.
No obstante, su planta laboral es de apenas mil 500 trabajadores. Alta inversión y tecnología le permite desarrollar sus actividades con poco personal y reducida derrama económica en salarios, comparada con el monto de la inversión.
Además, sólo una parte de los montos invertidos en México provienen de sus países de origen. La mayor parte del dinero lo obtiene del sistema bancario nacional, incluida la banca de desarrollo; es decir, del propio gobierno, que en el caso de la CFE, constituye la cruel paradoja de que adicionalmente la competidora es financiada por bancos del sector público.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido en varias ocasiones al fenómeno de las empresas extranjeras que no arriesgan capital propio, ni traen dinero de los sistemas financieros de sus países de origen, sino financian sus proyectos con el ahorro interno; es decir, del estado mexicano.
Sin ser su intención, sino más bien la contraria, muchos sedicentes expertos en temas energéticos, defensores de las empresas de la iniciativa privada generadoras y comercializadoras de energía eléctrica alertan que la reforma energéticas y específicamente la relacionada con la producción y mercado de luz pondría en riesgo la inversión de grandes montos de dinero provenientes de las Afores; es decir, de los ahorros de los asalariados, que contribuyen al financiamiento de proyectos de este sector estratégico y de seguridad nacional, lo cual no se conocía. Es decir, las empresas extranjeras como Iberdrola toman el dinero ahorrado por los mexicanos para, después, venderles electricidad a los precios que ellos mismos controlan.