De la Redacción
Sorprende que la mayoría de las opiniones sobre la actuación del presidente AMLO en la Novena Cumbre de América del Norte coincidieron en considerarla buena, positiva. Pocas veces hay aprobación general respecto a cuanto hace o dice el mandatario mexicano, como ocurrió ahora.
Casi todos los expertos y actores políticos consideran viable y conveniente para México la formación de un bloque económico México-Estados Unidos-Canadá, para elevar la competitividad regional frente a otras regiones y países, especialmente China.
De la misma forma se considera apropiado resolver los problemas de deficiencia e insuficiencia de la cadena de suministro, y se reconoce la importancia de profundizar la integración productiva y comercial para fortalecer e impulsar el desarrollo futuro de los tres países.
En sus propuestas, el presidente de México fue incluso un poco más allá y se atrevió a considerar una visión continental más amplía. Como lo ha mencionado ya en otras ocasiones en sus conferencias matutinas, sostuvo la conveniencia de conformar un gran bloque americano, algo que en su momento fue el llamado sueño de Bolivar, pero que durante más de doscientos años ha permanecido como tal.
La abierta guerra comercial entre los Estados Unidos y China -iniciada por Trump y continuada por Biden-, representa no solo para México, sino para todo el continente, una oportunidad histórica que convendría aprovechar, eso es lo que propone López Obrador, y parece que su mensaje está comenzando a ser entendido.
