*Los inconformes no explican su postura.
De la Redacción
Varios días después de iniciado el movimiento en contra del director del CIDE, José Antonio Romero Tellaeche, no se conocen los hechos por los cuales alumnos y maestros, con apoyo de casi todos los medios informativos y grupos opositores al gobierno del presidente López Obrador, demandan su renuncia.
No lo acusan de una deficiente formación académica, ni de corrupto o de represivo, ni de que se violó las normas en su designación. Ta vez los motivos de los inconformes sean válidos, pero el problema es que no los exponen públicamente.
Su incapacidad o falta de razón en sus reclamos es tanta que se limitan a declarar que no quieren diálogo.