LO MALO NO ES ECHARLE LA CULPA AL PASADO,
SINO DEJAR DE REVISAR A FONDO ESE PASADO
MAXIMILIANO CASTILLO
En su afán de desacreditar todo cuanto hace, anuncia o explica el presidente Andrés Manuel López Obrador, sus adversarios le exigen no culpar al pasado de los problemas actuales, en una clara maniobra orquestada para impedir el conocimiento de la zona de desastre en que los gobiernos neoliberales convirtieron al territorio nacional, en agravio de más de 127 millones de mexicanos, de los cuales 85 millones tienen ingresos inferiores al umbral de la pobreza.
Esa posición de los opositores al gobierno de la cuarta transformación recuerda lo dicho por Joaquín “El Chapo” Guzmán a quien era responsable de las cárceles federales en la administración de Enrique Peña Nieto. El sinaloense, ahora preso en Estados Unidos para el resto de su vida, se quejaba ante el funcionario, poco antes de su extradición, del excesivo control del pase de lista.
“Me obligan a pasar lista 16 veces al día, incluyendo la noche, con lo cual no me dejan dormir”, decía Guzmán Loera. Su interlocutor le ofreció reducirle a seis veces la verificación de su presencia en su celda, y le recordó que las medidas extremas de seguridad eran explicables dado que ya se había fugado dos veces de cárceles federales de alta seguridad.
Aludía a sus escapes de las cárceles de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco; y de la del Altiplano, ubicada en Almoloya de Juárez, Estado de México, que le generaron escándalos de alcance internacional y perjudicaron la imagen de los presidentes Vicente Fox Quesada y de Enrique Peña Nieto.
Con la mayor tranquilidad del mundo, “El Chapo” le dijo al funcionario de la Secretaría de Gobernación en tiempos de Miguel Osorio Chong al frente de la dependencia: “sí, licenciado, pero eso es otra cosa; yo le estoy hablando de otra cosa”, a lo cual el servidor público le replicó: “no, don Joaquín, no es otra cosa, es la misma, estamos hablando de la seguridad del penal para que usted no se fugue de nuevo”.
Así también los adversarios del presidente López Obrador, cuando éste revela las condiciones desastrosas del país que le dejaron los anteriores gobiernos neoliberales y, especialmente, el de Enrique Peña Nieto, los voceros de la ultraderecha empresarial incrustado en los medios informativos le reprochan que insista en eso, cuando lo que debe hacer es resolver los problemas.
Consideran malo que se culpe de todo al pasado, cuando lo malo es que no se investiguen y ventilen por todos los sectores, particularmente por los especialistas y analistas de los medios informativos, los orígenes de los graves problemas, su persistencia, agravamiento, los errores que los causaron y los culpables; sobre todo, que no se debatan las políticas públicas que condujeron a la actual lamentable situación.
La población tiene derecho a saber quiénes incurrieron y se beneficiaron de la corrupción, y quiénes son responsables de la inseguridad pública, impunidad, bajo crecimiento económico, pobreza, desigualdad, abandono a la mayoría por parte de las autoridades, cuya presencia se ocultó o minimizó en los medios informativos.
Los culpables de haber generado esta problemática buscan que no se hable de eso y que el nuevo gobierno proceda como si todo lo malo del país hubiera aparecido el primero de diciembre del 2019. Como “El Chapo”, dicen que eso es otra cosa.