COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
EL ESTADO NO PUEDE RETROCEDER EN COMPETITIVIDAD,
NI EN EXPORTACIONES: CORREGIR PRIORIDAD EN 2023
Dos datos estadísticos sobre el comportamiento de la economía mexiquense deberían preocupar a las autoridades y la comunidad estatal: la entidad ocupa el lugar 20 nacional en competitividad; es decir, ni siquiera se encuentra en el promedio nacional en este tema, cuando no hace muchas décadas estaba a la vanguardia entre los 32 estados, muchos de los cuales entonces estaban rezagados y ahora se desarrollan a ritmo acelerado.
Las condiciones desfavorables se complican, porque en los subíndices de los sistemas “político y funcional” y “de derecho confiable y objetivo”, el Estado de México se ubica en el antepenúltimo lugar entre los 32 estados; es decir, en el casillero 29, lo cual anula sus avances en los subindicadores de “manejo sustentable del medio ambiente”, colocado en el sexto lugar; y de “economía estable”, en el octavo.
Esta información fue difundida por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), libre por completo a cualquier sospecha de ser crítico u opositor de las autoridades del Estado de México; al contrario, se trata de una organización afín a las instituciones, cuyas evaluaciones no tienen sesgo partidista ni, mucho menos, el propósito de dañar la imagen gubernamental.
Los datos desalentadores sobre las condiciones de competitividad de la entidad mexiquense se agravan con los dados a conocer por el INEGI sobre las exportaciones mexicanas, por estados, correspondientes al trimestre abril-junio de este año: alcanzaron los 111 mil 230 millones de dólares, en números redondos, de los cuales apenas 3 mil 786 millones de dólares corresponden a los productos mexiquenses colocados en el extranjero.
El Estado de México quedo muy lejos de los que destacaron por el volumen y monto de sus exportaciones, a pesar de que sus poblaciones son muy menores a la mexiquense. Como ejemplo, el valor de las exportaciones de Chihuahua fueron del 13.7 por ciento del total, unos 15 mil 238 millones de dólares; el de las de Coahuila, con una participación en el gran total de 12 por ciento.
También están los casos de Baja California, con el 10.5 por ciento; Nuevo León, que contribuyó en el segundo trimestre de este año con el 9.7 por ciento de las exportaciones; y Tamaulipas, con 6.8 por ciento; es decir, unos 7 mil 564 millones de dólares, los que contrastan con los 3 mil 786 millones de dólares del Estado de México, uno de los con mayor industrialización de México hasta hace unos años. Su contribución al valor de las exportaciones nacionales representó el 3.4 por ciento.
La entidad mexiquense no puede seguir perdiendo competitividad y cayendo en el volumen y valor de sus exportaciones hasta niveles irrelevantes, porque tiene una crecida población y junto con la ciudad de México y Nuevo León, eran los más industrializados a escala nacional, condición que debe recuperar en el menor tiempo posible.
De no lograrse en los próximos dos años, algo poco probable, la descomunal tarea debe emprenderla será para quién ocupe la gubernatura a partir del 16 de septiembre de 2023, independientemente del partido al cual pertenezca.
Relanzar el desarrollo económico, con el componente de justa distribución del ingreso estatal es una urgencia, y desde ahora las formaciones partidistas deben preocuparse por presentar como aspirantes a quienes reúnan el mejor perfil, el indispensable para tener éxito en el enfrentamiento del enorme desafío de reencauzar a la entidad por el progreso y superar el estancamiento y hasta retroceso que padece ahora, como lo indican las estadísticas.