*La pandemia ha sido una oportunidad para repensar y reestructurar los sistemas educativos.
Gabriel L. Villalta
La Comisión Económica para América Latina advirtió que el impacto de la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19 en la población infantil y en la juventud ha sido multidimensional y sobre todo, desigual. El organismo internacional estima que, más de 600 mil menores de edad han perdido a sus cuidadores y 99.0% de los estudiantes de la región estuvieron un año académico sin clases presenciales.
Para Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, la pandemia abre una oportunidad para repensar y reestructurar los sistemas educativos de la región y enfrentar la “crisis silenciosa” y profunda que vive el sector, con el propósito de evitar una catástrofe generacional.
La funcionaria resaltó: “estamos frente a la peor crisis educativa de la historia de América Latina y el Caribe. El costo es abrumador para los niños, niñas y adolescentes y para la productividad futura de los países”.
Para finalizar, urgió a los gobiernos de la región a promover el regreso gradual y seguro a las escuelas, así como reconstruir y mejorar el sector educativo para no correr el riesgo de perder a toda una generación.