LO DICHO, LAS RAZONES Y SINRAZONES
CASAS PRECARIAS Y CASAS DESOCUPADAS
De las cerca de 35 millones de viviendas del país, más de 9 millones tienen condiciones de habitabilidad precarias. Han sido construidas con materiales de mala calidad, carecen de piso firme o les falta alguno o más servicios básicos, además de que un alto ‘porcentaje tienen hacinamiento”, según informó la SEDATU.
En contrapartida, hay más de 600 mil viviendas individuales o departamento desocupados, porque fueron construidas en zonas alejadas de los centros laborales, en sitios no aptos para uso habitacional, sin servicios públicos o que les falta la infraestructura de servicios, o están en áreas inundables, cuya autorización fue irresponsable y socialmente perniciosa, porque las autoridades privilegiaron el lucro de las empresas, no el interés general.
LAMENTABLE CASO DE R. SOSAMONTE
Nadie se sorprende que un cuadro priista sea acusado de corrupto, pero sí extraña cuando personajes opositores considerados incorruptibles enfrenten señalamientos de ese tipo, como es el caso del guerrerense Ramón Sosamonte, brazo derecho de Rosario Robles en SEDESOL y SEDATU. Formó parte de una organización guerrillera que luchaba para derrocar al régimen priista e implantar en México el socialismo.
Después se incorporó a la vida civil, para la lucha legal. Se vinculó a Rosario Robles, entonces también de izquierda. Ahora Sosamontes está acusado de haber desviado fondos públicos en la “Estafa Maestra”, para destinarlos a financiar campañas electorales del PRI a gobernadores: increíble.
Hay indicios de que será testigo colaborador en las investigaciones de la desviación de fondos públicos, de los que una parte se desvió a financiar campañas del PRI, al cual Sosamontes combatió por la vía armada.
LE BAJÓ VOLUMEN ENRIQUE VARGAS
Tal vez por el espíritu navideño o por esas fotografías de procesado por violencia intrafamiliar contra la mujer, que publicó el diario “La Calle”, pero el legislador y coordinador de los diputados locales del PAN, Enrique Vargas del Villar le bajó de tono a sus ataques en contra de Morena.
Perdió virulencia, como si mejor hubiera optado por dejar se olvide ese recordatorio de su pasado de personaje fichado en Ciudad de México. El aspirante confeso a la candidatura del PAN-PRI-PRD a la gubernatura abandonó la belicosidad, posiblemente por la navidad o por esas fotografías que afectaron su imagen, en un momento cuando el feminismo va al alza.