*Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Córdoba Montoya, involucrados.
GABRIEL L VILLALTA
(Primera parte)
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobrevivió de milagro al embate neoliberal contra las empresas públicas, cuyo objetivo era dejar todo en manos privadas, solo les faltó un sexenio para desaparecerla por completo, denunció su titular, Manuel Barttlet Díaz.
Los gobiernos de los primeros 18 años de este siglo, pero especialmente los de Felipe Calderón y, particularmente, el de Enrique Peña Nieto -quien generó las condiciones constitucionales para fortalecer el saqueo- buscaban desaparecer a la empresa para privatizar al ciento por ciento el mercado de la energía eléctrica.
La CFE tiene una severa sangría presupuestal por los contratos leoninos que firmó con empresas privadas. Sólo por los 7 gasoductos que construyeron particulares para transportar gas de Estados Unidos, destinado a alimentar con gas natural comprado en Estados Unidos a 17 termoeléctricas, pagó entre 2015 y 2021 la suma de 62 mil millones de pesos a las compañías dueñas de esas obras.
La suma se elevará a 70 mil millones y puede alcanzar los 78 mil millones de pesos, si no hay acuerdos para reducir el monto, adelantó el funcionario. Si logra un descuento, la descentralizada se dará por satisfecha si paga 8 mil millones de pesos, con lo cual, si bien le va, al finalizar 2022 habrá pagado 70 mil millones de pesos por los gasoductos que no utiliza, porque las termoeléctricas nunca se construyeron y tampoco era ese el plan.
Poderosos intereses económicos y políticos están involucrados en el descomunal negocio que se hace a costa de la CFE y de los contribuyentes, pues son accionistas o cabilderos de los fondos de inversión, dueños de las empresas, ex presidentes como Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa y quienes fueron influyentes en los gobiernos de ambos y de otros presidentes, como José Córdoba Montoya, Carlos Ruiz Sacristán, Jesús Reyes Heroles (hijo del ideólogo del PRI, y del mismo nombre, ahora articulista enemigo de la reforma energética) y Luis Téllez, según informó la propia empresa estatal.
La CFE lleva tres años denunciando el saqueo que sufrió y sufre por los contratos leoninos. Tan solo en el caso de los gasoductos, estos fueron construidos para transportar gas natural de Texas, pero al no existir las termoeléctricas no lo hacen; sin embargo, sí cobran como si estuvieran operando al ciento por ciento. Así está en los contratos dijo Barttlet Díaz.
En esos contratos se estableció que si por culpa del gobierno esas plantas generadoras de energía eléctrica no se construían, se paraban o sólo se construían algunas, de todos modos el gobierno, vía Comisión Federal de Electricidad, debía pagar los montos establecidos en los mismos, lo cual se hizo hasta el 2020, porque en el 2021 el monto bajó a 5 mil millones y ahora debe negociarse para que se reduzca la suma global de 16 mil millones comprometidos por contratos para este 2022.
Y en el colmo del cinismo, los mismos intereses que casi mataban a la CFE con su saqueo, la acusan ahora de deficiente y de que está quebrada. (Continuará)