*Se le conocía por ser dueño del Palacio de Hierro, pero tenía grandes empresas.
De la redacción
Al morir a sus 90 años, Alberto Bailleres González dejó una fortuna de 9 mil 200 millones de dólares (cerca de 189 mil millones de pesos), de acuerdo con un análisis de “El Espectador”. El empresario era la cuarta persona más rica del país y figuraba entre los más ricos del mundo, según la lista de Forbes.
La población lo reconocía casi exclusivamente como dueño de la cadena de tiendas departamentales “Palacio de Hierro”, pero sus negocios estaban muy diversificados, dentro de los cuales esta empresa no era la más valiosa.
Los activos más importantes probablemente eran los de “Industrias Peñoles”, la segunda más grande en el ramo minero, pero también era propietario del “Grupo Nacional Provincial”, dedicado a los seguros, la Casa de Bolsa Valmex, y durante 54 años estuvo al frente del corporativo e imperio empresarial y económico.
Bailleres González era igualmente propietario de la empresa “Espectáculos Taurinos de México”, propietaria de plazas de toros en México, incluyendo la “México”, de la capital de la República. Fue miembro de consejos de administración de Femsa, Televisa, de BBVA, J. P. Morgan, entre otras grandes empresas.
Además, el magnate fue de los promotores e impulsores del “Instituto Tecnológico Autónomo de México” (ITAM), donde se formaron cuadros profesionales que desplazaron a los de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en las posiciones estratégicas de poder en el gobierno federal.
El presidente Enrique Peña Nieto le perdonó impuestos a Grupo Nacional Provincial y al Palacio de Hierro, dos de las numerosas empresas del empresario fallecido, por más de 2 mil 170 millones de pesos.
DESISTIÓ DE SU CONFRONTACIÓN CON AMLO
Alberto Bailleres figuró entre los grandes empresarios que en 2006 y 2012 financiaron campañas sucias contra el ahora presidente López Obrador, incluyendo aquella muy costosa en radio y televisión de “López Obrador es un peligro para México”, pero se le acercó cuando ya estaba en el cargo, y mantenía buenas relaciones, contrariamente a otros que siguen siendo sus detractores.
HABÍA DEJADO EL MANDO A SU HIJO
Gran empresario al fin, Alberto Bailleres fue precavido y el año pasado dejó el liderazgo de su emporio económico a su hijo Alejandro Bailleres.
