COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
PRESUNTOS PREASPIRANTES DEL PRI: LA MAYORÍA,
HOMBRES. ESE PARTIDO TIENE CABALLADA GORDA
Apenas hace 10 meses el panorama electoral del PRI mexiquense parecía nebuloso. Morena tenía mayoría simple y con sus aliados, mayoría calificada en la Legislatura Local. Gobernaba los municipios de mayor población y presupuesto. Por si fuera poco, su relación de preaspirantes a la candidatura para gobernador era reducida, y no se le auguraba un resurgimiento en las urnas en junio.
Por el contrario, a Morena se le consideraba seguro ganador de la elección por el cargo de elección popular más importante del Estado. Los propios cuadros priistas así lo pensaban, como lo prueba la presencia de personajes de ese partido en un informe anual de actividades del senador Higinio Martínez Miranda.
En estas condiciones, el único prospecto sólido era entonces y sigue siéndolo, el secretario general, Ernesto Nemer Álvarez. Quienes ahora lo acompañan en esa relación no sabían si ganarían sus elecciones de diputados federales y alcaldes de municipios importantes, lo cual agravaba la crisis de falta de cuadros tricolores estatales; sobre todo, porque el priismo estatal no tenía un senador prospecto.
La jornada de votación del primer domingo de junio del año pasado no marcó una recuperación como la esperaba, pero le permitió reconquistar espacios importantes, como las alcaldías de Toluca, Tlalnepantla y Coacalco, y casi duplicar el número de legisladores locales y ganar varios distritos federales.
En estas circunstancias, el tricolor estatal avanzó; sobre todo, en el número de presuntos preaspirantes, porque además de Nemer Álvarez, de golpe y porrazo, al menos para fines numérico, se agregaron a la relación Raymundo Martínez, que recuperó Toluca; Ana Lilia Herrera Anzaldo, que aplastó en las urnas al petista Óscar González Yáñez, político de estatura nacional y mantuvo su curul.
Ricardo Aguilar Castillo continuó en la Cámara de Diputados Federal y en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI; Miguel Sámano Peralta ganó de mayoría una curul federal y coordina ahora los trabajos de la bancada federal priista en San Lázaro; y Gustavo Cárdenas Monroy, un experimentado político, con larga trayectoria y con respaldo de poderosos intereses económicos, volvió a una curul.
El escenario preelectoral del momento es distinto al de abril o mayo de 2021, y su alianza electoral con el PAN y el PRD, si bien no le aportan muchos votos, los que le garantizan puede representarle la victoria y conservación de la gubernatura en una elección cerrada, aunque nadie puede predecir cuál será la correlación de fuerzas interpartidista dentro de un año y 4 meses, cuando se efectúe la jornada de votación.
Por las mismas condiciones, nadie puede con bases sólidas adelantar quién será el candidato o candidata del PRI en el 2023, pero si la postulación fuera en estos momentos, recaería en el secretario General de Gobierno, porque reúne condiciones que no tienen los demás: forma parte del gabinete y mantiene buenas relaciones con todos los grupos internos de poder del PRI, además de que a pesar de los muchos grandes problemas estatales, de los resultados insatisfactorios del Poder Ejecutivo, el Estado no vive ingobernabilidad, ni violencia política.
Con todo, cualquier análisis tema no puede prescindir de la paridad de género. El próximo año sólo se renovarán dos gubernaturas y por ley los partidos deben postular a una mujer para una y a un hombre para la otra. Sí el PRI nomina a un hombre para Coahuila, obligatoriamente debe hacerlo con una mujer aquí, o la inversa. Y eso no puede saberse ahora. En estas condiciones, las posibilidades de Herrera Anzaldo de ganar candidatura están vinculadas a esa ecuación. Y en el caso de Alejandra del Moral, sin la dirigencia estatal partidista, se ve difícil que el puro respaldo de Luis Videgaray sea suficiente para hacerla candidata.