De la Redacción
En el conflicto armado Rusia-Ucrania se comprueba una vez más que, en las guerras, la verdad es la primera víctima, porque la mentira es utilizada como arma en la estrategia de los protagonistas de las mismas. Se oculta la verdad y se desinforma, y eso ocurre en ese conflicto.
La información que recibimos es aquella difundida por medios informativos europeos y norteamericanos, y es la que conviene al mundo occidental, pero específicamente a los países de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), para generar repudio a Rusia.
El fondo del problema no se ha explicado, y consiste en el interés del gobierno de Ucrania de adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), construido para destruir a la entonces Unión Soviética. De incorporarse a ese pacto militar belicoso, Estados Unidos podría emplazar misiles en Ucrania, en las fronteras con Rusia y apuntando a ésta permanentemente.
Los rusos no pueden permitir esa amenaza a su seguridad y, como aquí se ha sostenido, la guerra terminaría tan pronto como el gobierno ucraniano se comprometiera a no ingresar a la OTAN, ni prestar su territorio para emplazar armamento destructivo contra Rusia.
Como lo hemos dicho en este espacio digital, esa invasión, condenable porque ha ocasionado víctimas inocentes en Ucrania, no hubiera ocurrido si el gobierno ucraniano no hubiese buscado incorporarse a la OTAN, ese pacto militar belicoso creado con el fin de destruir a la entonces URSS, que encabezaba Rusia. Y aunque desapareció la Unión Soviética, el objetivo de aniquilar a Rusia permanece, eso se ve con toda claridad en este momento.
No obstante, los medios informativos que dominan el mundo de las noticias en el planeta, de esto nada dicen, y tampoco dan a conocer que si Ucrania se compromete a no ingresar al pacto militar el conflicto armado terminaría casi de inmediato.
