*Las vacantes que dejan los trabajadores sólo pueden ocuparlas sus familiares.
De la redacción
La ocupación de plazas laborales permanentes en Petróleos Mexicanos (PEMEX) sólo puede lograrse por dos vías: la compra a líderes, mediante la corrupción, o por herencia de un trabajador fallecido o jubilado a un familiar, de acuerdo con una investigación de “El Espectador”.
Esta situación permanece desde casi la creación de la empresa pública, y seguiría aun cuando hubiese ganado la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) alguno de los opositores a la camarilla que domina a la organización desde hace 26 años.
Candidatos opositores a Ricardo Aldana Prieto, el ex tesorero y ahora secretario general del gremio, abordaron el tema y ofrecieron que ya no habría venta de plazas, y que las vacantes por jubilación o muerte que no pudieran cubrirse con familiares de trabajadores jubilados o fallecidos se abrirían a la población en general.
No obstante, ninguno/ninguna ofreció terminar con la herencia de plazas, que se hace muchas veces sin que el nuevo trabajador petrolero cumpla con el perfil técnico necesario para sustituir a quien dejó la plaza.
Si se trata de un soldador, de un plomero, tornero o de cualquier otro oficio, puede heredar lo que se conoce como “planta” a un hijo que no domina ningún oficio, y se excluye a un trabajador calificado, por no ser familiar del jubilado o fallecido.
De acuerdo con Juan Servando Jiménez Rosa, abogado laboral, esto que es normal y PEMEX ni siquiera cuestiona, constituye una flagrante violación al derecho constitucional de los mexicanos al trabajo remunerado.
Sólo por herencia o compra, lo cual no está permitido por nuestra legislación laboral, un hombre o mujer puede tener la oportunidad de obtener una plaza permanente en la principal empresa pública del país, recalcó el especialista en derecho del trabajo.
CONTRATISMO DESDE SIEMPRE
Jiménez Rosas se refirió a otro grave problema: el desplazamiento de los trabajadores calificados de PEMEX de actividades por las cuales reciben un buen salario, para entregarlas a contratistas con personal externo y altos precios para la empresa pública descentralizada.
Petróleos Mexicanos, subrayó, “tiene talleres bien equipados para reparar piezas o construirlas, pero esos talleres permanecen parados, inutilizados y sus mecánicos industriales ociosos porque esos trabajos los hacen particulares, mediante contratos”.
Por dichos trabajos, los externos cobran en forma excesiva. Un doble perjuicio para Petróleos Mexicanos, pues paga a personal propio que no ocupa, y a los contratistas, concluyó.