*Se difunde lo de la invasión, pero se oculta el origen del conflicto armado.
De la redacción
Ni cuando la invasión de Estados Unidos a Viet Nam, ni a Irak en dos ocasiones, ni a Afganistán la población mundial fue víctima de tanta desinformación inducida por los poderosos intereses económicos globales, como ocurrió desde el principio con la invasión de Rusia a Ucrania.
Medios impresos, cadenas nacionales e internacionales de televisión, radiodifusoras y redes sociales de occidentes, particularmente los de las naciones de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), fueron muy eficaces al satanizar, criminalizar y presentar a Rusia como una potencia con afanes expansionistas.
Generaron las condiciones anímicas en el planeta para que las sanciones durísimas impuestas a los rusos fueran consideradas justas e indispensables y ocultaron tan bien el origen del conflicto, al grado de que en estos momentos la casi totalidad de la población mundial ignora por qué Rusia invadió a Ucrania.
La invasión, presentada como lo hicieron los medios informativos y los gobiernos, inducidos por los países de la OTAN, no podía ser más que condenable; sobre todo, por los daños a la población civil.
Medios informativos y gobiernos occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, procedieron en forma facciosa, porque no sancionaron a la potencia estadounidense cuando con el pretexto falso de la posesión de armas de destrucción masiva invadió a Irak, derrocó a su gobierno y destruyó la infraestructura productiva.
En el caso de Ucrania, fueron los países de la OTAN quienes sedujeron al gobierno de ese país para que se incorporara a ese pacto militar, creado en 1949 para destruir a la entonces Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS).
La desintegración de ésta y del Pacto de Varsovia, dejó sin razón de ser a la OTAN, pero lejos de desaparecer, se expandió e incorporó a países antes socialistas y aun a los que pertenecieron a la Unión Soviética.
La OTAN ha ido cercando militarmente a Rusia, y si Ucrania se hubiera adherido a ese pacto militar, dominado por Estados Unidos, éste habría podido instalar armamento, incluyendo misiles, apuntando al territorio ruso, poniendo en riesgo su seguridad y haciéndolo vulnerable.
Sin la pretensión del gobierno ucraniano de incorporarse a la OTAN la guerra que presenciamos nunca hubiera ocurrido, pero este aspecto fundamental, como causa de la invasión y confrontación bélica, se oculta. Nada de los sufrimientos del pueblo ucraniano hubieran ocurrido.
