*Reconocieron 3 gobernantes los beneficios que traerá el nuevo Aeropuerto.
De la redacción
En tiempo récord (menor a 30 meses de construcción), con una inversión inferior a los 75 mil millones de pesos (el de Texcoco habría costado más de 300 mil MDP), con calidad mundial y capacidad actual para 20 millones de pasajeros al año, y que llegará los 90 millones en 2052, fue inaugurado hace una semana el Aeropuerto Internacional “General Felipe Ángeles” (AIFA), en Tecámac.
Es la primera de las megaobras de infraestructura para el desarrollo puesta en servicio por el actual gobierno federal, entre las cuales se incluyen a la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el corredor interoceánico y sistemas de riego.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaun; los gobernadores Alfredo del Mazo, del Estado de México; y Omar Fayad, de Hidalgo, destacaron la calidad de la megaobra, el poco tiempo que llevó construirla, el bajo presupuesto aplicado y, sobre todo, los beneficios que reportará a las tres entidades federativas.
La ejecución de los trabajos inició el 17 de octubre de 2019 y estuvieron a cargo de ingenieros militares. Fueron financiados con recursos públicos, sin deudas, ni intervención de la iniciativa privada, y enfrentaron muchos obstáculos por los amparos interpuestos para evitar la construcción, por parte de los intereses que construían una terminal aérea en Texcoco.
Los mandatarios estatales destacaron las obras de infraestructura para la movilidad hacia y desde el AIFA, y que beneficiarán también a los habitantes de la zona que comparten la Ciudad de México, la entidad mexiquense e Hidalgo; además, el nuevo Aeropuerto “detonará el desarrollo económico y elevará la competitividad aeroportuaria del centro y todo país”, reconocieron.
El secretario de la Defensa Nacional, general Cresencio Sandoval González, ratificó el compromiso del ejército mexicano de contribuir a los megaproyectos ejecutándose para hacer de México una mejor y más justa nación para todos. Subrayó que el AIFA es un ejemplo de la gran capacidad de los mexicanos para construir grandes obras públicas. En la obra laboraron 162 mil personas.
A su vez, el general Isidoro Pastor Román, quien encabezará la empresa administradora del AIFA, informó que la terminal aérea cuenta con los más adelantados instrumentos y sistemas tecnológicos para la documentación y revisión de equipaje del mundo, con los cuales la realización de estos trámites se reducirá en promedio una hora.
Por su parte, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México recordó que el aeropuerto que se construía en Texcoco, además de tres veces más caro que el “General Felipe Ángeles”, se ubicaba en una zona de hundimientos y suelo arcilloso, que costaría mucho darle mantenimiento y tendría negativo impacto ambiental.
Sostuvo que su objetivo era el negocio para los contratistas y los beneficios del sector inmobiliario, pues se pensaba cancelar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (con capacidad para 36 millones de pasajeros al año) y sus 600 hectáreas iban a privatizarse. También se cancelaría el aeropuerto militar de Santa Lucía, y entregado a los intereses inmobiliarios sus mil 600 hectáreas, por lo cual comenzó una campaña de desprestigio y desinformación contra el gobierno, la cual perdura.
A UNA SEMANA EN OPERACIÓN, BAJARON LAS CRÍTICAS
Tras siete días de su puesta en operación, la campaña de críticas sistemáticas a las obras ha bajado su intensidad, y la obra se ha convertido ya en un insipiente polo turístico por sí mismo y no solo ha sido visitado por los usuarios de la terminal sino que cientos de habitantes de los alrededores e incluso de otras partes de la república han aprovechado para conocerlo y apreciar sus atractivos, como los museos y la propia obra, pues se trata de un megaproyecto de un tamaña no visto en el centro del país en las últimas décadas.