*El Toluca tiene la mayor diferencia de gol en contra del torneo y juega mal.
De la redacción
Si se exceptúa a los equipos Pachuca, Tigres y Puebla, con eficacia superior al 70 por ciento en la búsqueda de puntos; al Atlas, con más de 60 y el León, con 60 por ciento, el resto de los equipos tiene mal desempeño. Y aun los mencionados, no ofrecen partidos de alta calidad. Destacan por lo muy mal que está jugando el resto, en un torneo de “Clausura” más mal jugado.
No es casual que grandes equipos, generalmente animadores de las competencias, como América y Pumas, hasta la anterior fecha estaban fuera de la zona de calificación para el repechaje. Si hoy terminara la fase regular del torneo, no llegarían ni al minitorneo de los 8 malos equipos aspirantes a llegar a la liguilla. Y si esto pasa con el club de Televisa, peor está la situación del resto, incluyendo a los que se ubican debajo de las “Águilas”.
El caso del equipo de Emilio Azcárraga Jean llama la atención porque tiene grandes jugadores, a diferencia de los otros que no están en zona de calificación directa, pero sus estrellas no funcionan. Y si bien puede remontar y calificar a la liguilla, inclusive en forma directa y obtener el título, porque lo permiten las reglas, eso no borra su mal desempeño: 10 puntos de 30 posibles (eficacia del 33 por ciento en la lucha por los puntos) y erráticas actuaciones.
El América, por primera vez en muchos años, tiene marca negativa en el tema de goles anotados y recibidos, cuando es conocida la contundencia de sus delanteros, que ahora sencillamente no aparecen. Ya cualquiera le gana al antes temible conjunto de Coapa. Hasta la fecha 11 había anotado 13 goles y había recibido 16; es decir, tenía una diferencia de menos 3 goles, lo cual nadie de sus jóvenes aficionados habían presenciado, pero refleja lo mal que anda el torneo.
EL CASO TOLUCA.
El equipo “Diablos” de Toluca mantiene su mal desempeño mostrado desde hace varios torneos. Aun cuando se mantiene en la zona de repechaje, su eficacia en la búsqueda de puntos apenas era ligeramente al 40 por ciento.
Lo peor del caso consiste en el desequilibrio entre la delantera y la defensa. En sus primeros diez partidos apenas pudo anotar diez tantos; es decir, un promedio de uno por juego. En cambio, recibió 20 goles; es decir, diez más que los conseguidos por sus delanteros, para tener una de las peores defensas y portarías más goleadas, lo que se agrava porque está jugando muy mal, sin ganas, poca condición física, sin buen juego de conjunto y sin saber a qué le tira.
