*Lo colocó en el área de inteligencia. *Atropelló y abandonó a ambulantes.
De la redacción
En un claro ejemplo de ausencia de verdadero control de confianza, descuido y posible corrupción, un individuo con una larga carrera delictiva fue contratado por la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
Se trata de Eloy Antonio Escalona Olvera, ex presidiario por delitos graves, cuyo nombre apareció en los medios informativos de la Ciudad de México al atropellar a dos modestos comerciantes itinerantes en Ciudad de México.
Los arrolló cuando conducía un vehículo propiedad del gobierno mexiquense, y en lugar de auxiliarlos, como servidor público, huyó del lugar y agravo su situación porque en su huida chocó y destruyó la unidad propiedad del gobierno estatal. El abandono de víctimas implica aumentar los años de cárcel.
Las víctimas fueron dos humildes vendedores de tamales, sostén de sus respectivas familias. Uno de ellos, de 26 años tuvo que sufrir la amputación de una pierna, destrozada tras el impacto del vehículo. El otro resultó con lesiones menores.
No obstante, las familias quedaron sin sus instrumento de trabajo, con los cuales se ganaban la vida honestamente, pues los dos carritos quedaron destrozados e inservibles, inclusive cuando el policía mexiquense detuvo su carrera al chocar, todavía llevaba en la defensa del vehículo del gobierno estatal parte de un carrito. El policía mexiquense conducía con exceso de velocidad la madruga de un día, a principios de febrero de este año.
LO COLOCARON EN ÁREA DE INTELIGENCIA
A pesar de la carrera delictiva de Escalona Olvera, la Secretaría de Seguridad del Estado de México no sólo contrató a Escalona Olvera como elemento policiaco, sino lo asignó al área de inteligencia, donde se maneja información delicada, sensible, que siempre es codiciada por las organizaciones criminales.
El caso prueba que no es efectivo el control de confianza o que, mediante la corrupción o tráfico de influencia, alguien le dio indebidamente la plaza en el sistema de seguridad estatal, y peor aún, lo colocó en el área de inteligencia.
El gobierno mexiquense no ha informado si investigó para descubrir la falla en sus sistemas de selección, reclutamiento y otorgamiento de plazas, ni sobre por qué incrustó a Escalona Olvera en el área de inteligencia, ni por qué utilizaba en la Ciudad de México un vehículo propiedad de las autoridades estatales. Tampoco ha dado a conocer si presentó denuncia penal por el daño al patrimonio público.
