*Problema multidimensional: desaparecidos, cuerpos sin identificar y no reclamados.
De la redacción
El gigantesco problema de los desaparecidos es multidimensional y su solución se dificulta porque en los casos de cuerpos encontrados, las autoridades de muchos estados no tienen capacidad para identificarlos y no hay una base nacional de datos genéticos. Eso dificulta encontrar a familiares de las víctimas que sí se identifican.
En estos momentos, el número de desaparecidos se aproxima a los cien mil (99 mil 131, exactamente), mientras más de 52 mil cuerpos permanecen sin identificar. Y son diez los estados que concentran el 80 por ciento del problema.
Otra vertiente del fenómeno es la existencia de miles de cadáveres identificados, sin ser reclamados por las familias, porque no hay información genética de sus parientes, lo cual dificulta informarles la localización de los cuerpos, para que los reclamen y les sean entregados.
Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), atribuyó la falta de certeza respecto del número de víctimas no identificadas a la incapacidad de los servicios forenses de los estados para la identificación genética de los cuerpos, además de la falta de voluntad de las fiscalías para compartir este tipo de información con otras instituciones.
El problema de las desapariciones de personas es multidimensional, e incluye a las víctimas directas, la no identificación de los cuerpos, la falta de una base nacional de los perfiles genéticos de familiares de desaparecidos y de convenios e instrumentos de colaboración interinstitucional, por ello y aun cuando se identifiquen los cadáveres, no ha sido posible localizar a sus familiares.
La Fiscalía General de la República reconoció el año pasado que no había un registro riguroso, suficiente, actualizado y confiable de los cuerpos identificados no reclamados, pero ya en 2019 superaban los 8 mil.
MINIMIZARON EL PROBLEMA
Encinas Rodríguez destacó que hasta noviembre de 2018 las autoridades minimizaron el problema de los desaparecidos y no destinaron un solo peso para trabajos de búsqueda, lo cual ya cambió con el actual gobierno federal, aunque falta mucho por avanzar.
No operaban las comisiones de búsqueda federal ni de los estados, y no se les apoyó presupuestalmente. En cambio, este año se les destinarán mil 700 millones de pesos, y se creará un Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), el cual apoyará a los servicios periciales de los estados y a los dos centros regionales de la materia que funcionan en Coahuila y San Luis Potosí; y, además, se construirá otro en Tamaulipas.