COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
RIESGOSA APUESTA DE AMLO, PERO IRSE SI PIERDE
LO DECIDE EL CONGRESO; Y EL MUNDO AL REVÉS
(PRIMERA PARTE)
Riesgosa e innecesaria apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, al comprometerse a dejar el cargo si la mayoría de quienes participen en la consulta de revocación de mandato lo pide, aun cuando la concurrencia a las urnas no alcance el umbral del 40 por ciento, para hacer obligatoria su renuncia. Aduce razones de principios, pero haría mal si deja el cargo sin que participe ese porcentaje.
Ese compromiso pueden aprovecharlo sus adversarios ideológicos, políticos, partidistas y, sobre todo, la ultraderecha empresarial, la más interesada en sacarlo de la presidencia de la República para recuperar sus privilegios: perdón del pago de impuestos, concesiones diversas, ventas con excesivos sobreprecios de bienes y servicios al Poder Ejecutivo Federal y, en el caso de los grandes medios informativos, la vuelta al saqueo del erario.
La disposición constitucional de la consulta de revocación de mandato establece que para que el resultado sea de acatamiento obligatorio (vinculatorio, indebidamente le dicen), debe concurrir a las urnas al menos el 40 por ciento de la lista nominal de electores; de lo contrario, si, por ejemplo, votara el 39 por ciento, y todos votaran por la revocación, aun así, el tabasqueño no estaría obligado a dejar el cargo.
A pesar de ello, López Obrador adelantó que, si la mayoría de quienes voten lo hacen por la revocación, se irá aunque la participación no llegue al 40 por ciento, en una situación riesgosa, porque si hay una alta abstención y sus adversarios políticos, ideológicos, partidistas y la ultraderecha empresarial, que tiene como brazos electorales a los partidos, invierten miles de millones de pesos para comprar votos en favor de la renuncia del mandatario, pueden hacer mayoría.
En este caso, el presidente, quien cumple siempre su palabra, tendría que irse, aunque no estuviera obligado a ello, lo cual generaría severos problemas de inestabilidad y gobernabilidad, además de facilitarle las cosas a quienes buscan recuperar los privilegios que tuvieron en la etapa de mayor corrupción que ha padecido el país.
Con baja concurrencia a las urnas el 10 de abril, si ilegalmente gobernadores y alcaldes priistas y panistas y parte del empresariado presionan a servidores públicos y a trabajadores para que voten por la revocación de mandato, podría ganar esa opción, colocando al país en una situación socialmente inconveniente.
EL OTRO PROBLEMA
De concretarse este hipotético escenario también tendrá problemas el Congreso de la Unión, porque sólo puede aceptar la renuncia del presidente por causas graves, que no la constituiría una renuncia sin que la votación representara el 40 por ciento de la lista nominal (unos 37 millones de votos). Tal vez López Obrador no podría irse, aunque quisiera y se haya comprometido en los términos expuestos. (Continuará)