* El fenómeno ha crecido notablemente en los últimos doce meses.
De la Redacción
Con poca atención de las autoridades y casi nula percepción del grave problema por parte de la sociedad, en los últimos años, pero en forma más acentuada en los últimos doce meses, ha crecido de forma notoria la participación de mujeres y menores de edad en las actividades de los grupos criminales en el Estado de México.
El gobierno mexiquense informa todos los días de la captura de células delictivas e invariablemente figuran mujeres y adolescente entre los capturados. Generalmente son detenidos en flagrancia, después de asaltar comercios, asaltar transeúntes, robar vehículos con violencia y sin violencia, extorsiones, secuestros, cobro de derecho de piso y narcomenudeo, entre otras modalidades criminales.
No obstante la gravedad de la situación, el gobierno mexiquense no ha dado a conocer planes, programas o acciones para evitar el involucramiento de féminas y menores de edad con bandas de la delincuencia organizada, inducidos por los jefes de esos grupos, mientras la población no ha percibido la gravedad del problema.