De la Redacción
Este será el primer día hábil del nuevo horario “de verano”, por lo que la población apenas comenzará a sentir los efectos de la medida en el organismo humano, pues el reloj biológico no puede cambiar por decreto, y un alto porcentaje de la población resentirá por un buen tiempo el tener que levantarse una hora antes de lo habitual y también por ajustar sus horarios de alimentación hora antes, aunque no tenga hambre.
Los cambios de horario cumplieron 26 años y son herencia del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, quien modificó los horarios en el primer domingo de abril y el último domingo de octubre, sin que en estas décadas los mexicanos le encuentren utilidad social a la medida.
De todos modos, los ciudadanos estamos obligados a acatar el cambio de horario, porque de lo contrario tendríamos problemas con el ingreso al trabajo, a los centros escolares, en las citas con las instituciones y todas las actividades.
ANALIZA GOBIERNO FEDERAL EL TEMA
Al abordar el tema en su conferencia mañanera de este lunes, el presidente López Obrador anunció que al interior del gobierno federal se analiza ya la pertinencia de la medida, atendiendo el estudio no solo de los supuestos ahorros en el consumo de electricidad, sino también y lo más importante, el impacto de esta medida en la salud de los mexicanos, y no solo el asunto de “la bolsa de valores de Nueva York”, señaló el mandatario.