*Hogares pobres destinan hasta 50% del ingreso a la compra de alimentos.
Gabriel L. Villalta
El Banco Mundial (BM) reprodujo un estudio del Instituto Brookings, el cual advierte que la inflación ha regresado y está provocando estragos en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, donde ha sido la más alta desde 2011.
El estudio confirma lo que es del dominio público: la inflación supone un desafío importante al mermar el valor de los salarios y los ahorros reales, aumentando la pobreza de los hogares. Los hogares de bajos y medianos ingresos tienden a ser más vulnerables a una inflación elevada. Distintos factores explican este fenómeno, entre ellos están la proporción de trabajadores informales, el acceso a servicios financieros que protejan contra la inflación y la composición de la canasta de consumo.
Sobre esto último, los grupos de menor ingreso destinan poco más del 50.0% de su consumo total a la compra de alimentos; en cambio, los de mayor ingreso menos del 20.0%.
El estudio destaca que el conflicto entre Rusia y Ucrania ha disparado los precios de los alimentos y los combustibles, pues estos países son grandes exportadores de gas, petróleo, carbón, fertilizantes, trigo, maíz y aceite de semillas.