*Busca alinear a México en su guerra contra Rusia y su lucha comercial con China.
GABRIEL L. VILLALTA
(Primera parte)
Ante el regocijo de la derecha y ultraderecha nacionales y de los grandes medios informativos, el gobierno de Joe Biden o más bien, los intereses económicos globales que dictan la política exterior estadounidense, presionan al gobierno mexicano para alinearlo en su guerra no declarada contra Rusia, su competencia comercial con China y por el mercado de la energía eléctrica de nuestro país.
La visita y reunión de John Kerry con el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado mes tuvo como finalidad influir en el gobierno mexicano en esos tres temas de la geopolítica y de economía global y doméstica de Estados Unidos, advirtió Ulises Soto Covarrubias, experto en los temas.
“Cualquier persona medianamente informada sabe bien que Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses, y que desde su independencia de Inglaterra su concepto de buen vecino lo entiende como la sumisión de otros países a sus designios de dominación militar y económica mundial, inclusive mediante la violencia”, abundó.
En estos momentos Estados Unidos está confrontado con Rusia, por la invasión a Ucrania, en la cual tiene mucha responsabilidad, porque el motivo principal de la actual situación, dolorosa para los ucranios por las pérdidas humanas y materiales, es el empeño del presidente Biden de incorporar a Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sumisa a Washington.
Esta afiliación la buscaba Volodimir Zelensky y, de haberse consumado, les hubiera permitido a los estadounidenses instalar armamento convencional y nuclear a pocos metros del territorio ruso, lo cual habría amenazado seriamente la seguridad de éste. Eso no lo iba permitir Rusia y lo sabía Estados Unidos, quien generó las condiciones para la invasión, para después maniobrar y aislar a Rusia y aplicarles las sanciones económicas que están asfixiando la economía rusa, explicó Soto Covarrubias.
Esas sanciones económicas, recordó, “no se aplicaron a Estados Unidos cuando sin motivo válido invadió Irak y derrocó a su gobierno, previa destrucción de la infraestructura productiva, de servicios, viviendas y pérdidas de miles de civiles. Y el presidente George Bush adujo razones de seguridad de su país para esa ocupación militar, para lo cual inventó lo de las armas de destrucción masiva, inexistentes y a pesar de que Irak está a 11 mil 200 kilómetros de Nueva York”.
El experto en materia internacional consideró falaz la preocupación de Estados Unidos por el tema ambiental en México, cuando se trata del país que en promedio por habitante más contamina en el mundo y tiene más de cien termoeléctricas que operan con carbón, mientras México sólo tiene tres.