De la Redacción
Muy mal quedó el de por sí desprestigiado PRD, al descubrirse que contrató como asesor para el debate de la reforma energética a un cabildero al servicio de las empresas generadoras de energía eléctrica extranjeras. Se trata de Paolo Salerno, quien fue detectado sentado en una curul junto a la diputada federal perreidts Edna Gisel Díaz Acevedo. El cabildero, conocido en México como “Coyote”, fue obligado a abandonar la curul.
La perredista, muy cercana a Silvano Aureioles, considerado el gobernador más corrupto que ha tenido Michoacán, adujo que nada tuvo que ver con la presencia del coordinador del Comité de Energía de la Cámara Comercio Italiana en México, pero ayer se publicó la solicitud presentada por el PRD para que se permitiera el ingreso de Salerno, como asesor de la diputada Díaz Acevedo y del diputado del mismo partido, Mauricio Prieto.
Si el PRD o la diputada contrataron con dinero público al asesor extranjero para echar abajo una reforma que beneficia a todos los mexicanos, mal; pero si no lo contrataron y, por el contrario, alguien más le paga para que asesore a la perredista, peor, pues pone en evidencia que en los argumentos de la oposición en contra de la reforma no se piensa en el bien del país, sino de las empresas extranjeras que saquean las arcas públicas y solo buscan lucrar con el pueblo mexicano.
Contratar los servicios de asesoría en materia energética de un cabildero que está al servicio de generadoras extranjeras de energía eléctrica en México fue tanto como si en el juicio del Chapo Guzmán la Fiscalía de Estados Unidos hubiese contratado como asesores a los abogados que defendían al capo sinaloense.
