*Privilegió Moreira la ambición política familiar sobre interés nacional.
De la Redacción
El derechismo del PAN y su principio de “a la defensa de los grupos económicos del país y el extranjero” resultaron triunfadores al rechazarse la reforma constitucional en materia de energía eléctrica. Sometió al PRI a sus posiciones ideológicas.
Aprovechó muy bien las ambiciones políticas familiares en Hidalgo de Rubén Moreira, coordinador de los diputados federales priistas, e impidió la aprobación de la iniciativa presidencial. El legislador priista prefirió los votos del PAN para que su esposa, Carolina Viggiano Austria tenga posibilidades de ganar la gubernatura hidalguense antes que defender los intereses nacionales que garantizaba la reforma.
Aun cuando la iniciativa de reforma constitucional en materia de energía eléctrica obtuvo mayoría: 275 votos a favor y 223 en contra, no fue aprobada, porque no alcanzó la mayoría calificada de las dos terceras partes de los votos de los diputados federales, por lo que el dictamen fue dechado.
La discusión comenzó a las 15 horas y concluyó a las 23:30 del domingo 17 de este mes e incluyó a más de 20 oradores entre a favor y en contra. Y al no alcanzar la mayoría calificada en la votación en lo general, ya no se discutió en lo particular, ante el regocijo de la oposición, que además del PRI, PAN y PRD, incluyó al MC. La oposición hizo suyos los argumentos de los cabilderos de las empresas mexicanas y extranjeras que participan en el sector eléctrico.
El presidente Andrés Manuel López Obrador presentará hoy lunes su iniciativa de reforma a la Ley Minera, la cual, a juzgar por la votación de anoche, tiene asegurada su aprobación, porque para ello sólo requiere mayoría simple, no calificada. Carlos Miguel Aysa Damas, el diputado federal priista quien desde antes de la votación anunció que respaldaría la reforma, reveló unos días antes que la dirigencia de su partido defraudó la buena fe y confianza de las bases del tricolor, al darle prioridad a sus ambiciones personales, familiares y de grupo.
El PAN sometió a Moreira bajo la amenaza de que, si votaba a favor de la reforma, no apoyarían a Viggiano Austria -descendiente de dos familias caciquiles hidalguense-, y con ello doblegó al ex gobernador de Coahuila.
La coalición “Va por México”, integrada por el PAN, PRI y los remanentes desprestigiados de lo que fue el PRD, aun siendo minoría en la Cámara de Diputados Federal, con sus votos impidieron que Morena y sus aliados alcanzaran la mayoría calificada de las dos terceras partes de los votos, indispensables para aprobar los cambios constitucionales propuestas para la industria eléctrica y para incorporar a la Constitución al litio, como mineral no concesionable a particulares.
En la práctica la victoria legislativa de los tres partidos opositores no afectó al presidente Andrés Manuel López Obrador, ni a Morena, sino a los 43 millones de familias a quienes la reforma buscaba proteger directamente del encarecimiento de la energía eléctrica. También afectó al erario, porque se buscaba terminar con el saqueo y los contratos leoninos de las empresas particulares generadoras de energía eléctrica.
La declaratoria de constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica, por parte de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) permitirá proteger a la CFE, pero el peso jurídico no será igual al que pensaba darle al tema.
De esta forma, la vitoria del PAN fue contra los intereses de los mexicanos y en este daño y desprestigio en que caerá, arrastró al PRI por las ambiciones políticas familiares de Moreira.