1-Lo de Juan Orlando Hernández, ex presidente de Honduras, es una prueba más de que la política exterior estadounidense consiste en eso de “usar y desechar”. El ex mandatario ya está preso en Nueva York, a la espera del 10 de mayo próximo, cuando comenzará su juicio por delitos graves, como narcotráfico y “lavado de dinero”, actividades que conocía bien el gobierno de la mayor potencia económica y militar, pero las permitía, porque Hernández era su peón en Centroamérica y lo utilizaba en su política de sanciones a Venezuela.
2-USA puso oídos sordos a los fraudes y corrupción del ahora detenido, a quien seguramente le dictará condena de cadena perpetua. Cuando Juan Orlando perdió el poder, las autoridades norteamericanas solicitaron su detención con fines de extradición, ya lo consiguieron y ha sido trasladado a su territorio para que, en otro actos de prepotencia imperial, aplicarle leyes en forma extraterritorial por delitos cometidos en territorio hondureño.