*Acusa que el mandatario busca controlar los órganos electorales.
De la Redacción
El PRD fue el primer partido en reaccionar y rechazar la reforma constitucional del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin conocer ni analizar a fondo su contenido, el representante perredista ante el INE acusó que el mandatario busca controlar los órganos electorales y establecer una dictadura. La oposición había anunciado su oposición a la reforma constitucional, pero ahora que se propone suprimir las diputaciones federales y locales y las senadurías de representación proporcional, que las cúpulas directivas de las organizaciones políticas utilizan para beneficiar a amigos, aliados políticos y familiares, y terminar con la entrega de dinero a esos partidos para gasto burocrático permanente, el rechazo será total y mayor.
El argumento del perredismos carece de base porque, si como se establece en el proyecto, se van a elegir a los consejeros y magistrados, no serán ni los partidos, ni los diputados, ni el Poder Ejecutivo los que decidan quiénes integrarán los órganos electorales administrativos y jurisdiccionales, sino los votantes libremente en las urnas.
Para conservar los privilegios en los cargos de representación proporcional y los fondos públicos que se les entregan (este año no electoral recibirán más de 5 mil 500 millones de pesos) cada mes, los partidos de oposición rechazarán la reforma, y sin sus votos, Morena y aliados no reunirán la mayoría calificada necesaria para cambiar la Constitución.