*En el encuentro final, los Diablos perdieron su oportunidad de ahorrarse la millonaria penalización.
De la Redacción
Debe estarle doliendo el bolsillo todavía a Valentín Díez Morodo, dueño del Toluca. El domingo, cuando el encuentro de su equipo con el León ya casi terminaba, Stiven Barrreiro, del conjunto rival, anotó el gol del empate a 4, para dejar a “Los diablos” obligados a pagar 33 millones de pesos a la Federación Mexicana de Futbol, por haber quedado como el tercer equipo con el peor cociente; es decir, con menos puntos obtenidos en determinado número de partidos.
El triunfo del conjunto rojo lo liberaba de esa sanción, y la trasladaba a “Gallos Blancos” de Querétaro, pero ese gol de Barreiro,que nunca olvidara Díez Morodo, le costó 33 millones de pesos y se los ahorró al club queretano.
Los empresarios, aun los muy grandes, tienen en común el dolerles hacer un gasto que no le reporte ganancias, contrariamente a lo que ocurre con las personas comunes y corrientes, que gastan hasta lo que no tienen (se endeudan) y no se preocupan.
Al final, la pésima campaña del equipo mexiquense le costará al club, tanto o más de lo que no invirtieron en reforzar el plantel o esforzarse por obtener mejores resultados.
